Oraciones catequéticas (2ª etapa de Primaria)

ORACIÓN A DIOS PADRE


Padre Dios, te quiero muchísimo, te doy gracias
por haberme creado, haberme dado mis padres,
mi familia y mis amigos, y sobre todo por concederme
el don de la fe, con la cual puedo conocerte, tratarte
y amarte.

Sé que guías mis pasos en esta Tierra para que llegue felizmente al Cielo, y que todo lo que me ocurre lo ordenas para mi bien. Es verdad que a veces tus planes superan mi inteligencia y no los comprendo, o me hacen sufrir, pero sé que en el fondo siempre buscas mi felicidad y mi salvación. Por eso me propongo, con tu ayuda, aceptar de buena gana lo que me mandes y cumplir todo lo que me pidas.

Ayúdame a reconocer tu Voluntad cuando me hablas a través de mis padres, mis profesoras, y otros mayores que me quieren y me conocen, y a obedecerles con prontitud y alegría. Quiero imitar a tu Hijo Jesús en la casa de Nazaret, que obedecía a María y José, y de ese modo iba creciendo en sabiduría, gracia y estatura.

Oh Dios, Padre amoroso, que me quieres más que todos los padres y madres del mundo juntos, y que eres mi refugio, mi consuelo y mi fortaleza, en ti confío, a tus manos me abandono y en tu regazo me escondo. Amén.


ORACIÓN DEL DOMINGO


Oh Jesús, que nos has regalado el Día de tu Resurrección, o sea el Domingo, para que participemos en tu victoria sobre la muerte, el pecado y el demonio, te doy gracias por esta fiesta semanal donde nos unimos a Dios Padre, que descansó el séptimo día de la Creación, y te adoramos a Ti, Señor del tiempo y Rey de la Historia.

Ayúdame a vivir el Domingo como tú quieres, sembrando unidad en mi familia, colaborando en las cosas de la casa, evitando discusiones, y creando a mi alrededor, con mi cariño y mi sonrisa, un ambiente donde todos sintamos tu presencia y tu amor.

Pero sobre todo, Jesús, enséñanos a participar ese día en la Santa Misa, que es como el alma del Domingo, aunque a veces cueste sacrificio, pues de ella sacamos la fuerza y la luz para toda la semana.

Haz, Jesús, que todos los cristianos cumplamos fielmente esta ley de tu Iglesia, demostrando así que somos miembros de tu Pueblo.

Que cada Misa dominical sea un verdadero encuentro contigo, para pedir unos por otros, alimentar nuestra fe y reforzar la unión con mi familia, con mis amigos y con toda la Iglesia.
Amén.


ORACIÓN A LA EUCARISTÍA

Oh Jesús que te has hecho pan del peregrino y alimento de las almas, te doy gracias por la Eucaristía, tu gran invento de amor para permanecer con nosotros hasta el fin del mundo.

Gracias porque en cada Misa, a través de los signos y palabras de la liturgia, revivimos tu Pascua, es decir, tu pasión, muerte y resurrección, con los cuales nos has salvado.

Quiero unirme a tu sacrificio descargando sobre el altar todo lo que llevo en el corazón: lo que me preocupa, lo que me ilusiona y lo que me gusta; mi familia y mis amigos, mis clases y mis deberes, mis juegos y mi diversión, ¡que todo suba al Cielo en el cohete de tu Misa!

Gracias también por quedarte en el Sagrario, acompañándonos como el Gran Amigo que nunca abandona, para escucharnos y consolarnos, para llenarnos de fuerza, para modelar nuestros amores según tu Corazón.

Me propongo visitarte con frecuencia para que se me peguen tus virtudes, tus sentimientos y tus deseos, para ver las cosas como Tú las ves. Enséñame a darme como tú te das, servir como tú sirves, unir como tú unes, amar como tú amas. Amén. 

  
ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO

Oh Jesús, que has sufrido la Pasión por amor a mí y a todos los hombres, para salvarnos del pecado, de la muerte y del diablo, haz que yo sepa unirme a tu Santa Cruz en los pequeños sacrificios de cada día, ofreciéndote con alegría todo lo que me cuesta: lo que me produce cansancio, enfado o vergüenza, la desgana para estudiar, la paciencia con quien me chincha, la comida que no me gusta, la obediencia en lo que me resulta difícil o no entiendo, y tantas otras cosas en las que me esperas tú. Que yo valore estos cachitos de Cruz, aprovechándolos para consolarte, unirme a ti, y hacerme cada día más conforme a tu Corazón. Concédeme por intercesión de tu Madre, la Virgen Santísima, fortaleza y generosidad para no apartarme nunca de tu santa Cruz. Amén.


ORACIÓN DE NAZARET

Oh Jesús, que has crecido en el hogar de Nazaret conviviendo con María y José, queriéndoles mucho, obedeciéndoles, y colaborando con ellos en las cosas de la casa. Enséñame a participar también yo en el orden, la limpieza y el adorno de mi hogar, como un modo de imitarte, hacer familia y salvar a las almas.

Divino Maestro, tú que prometiste el Cielo a quienes te dieran de comer y de beber, te vistieran y te visitaran en la persona del prójimo, enséñame la lección más importante de todas, que es el arte de servir, empezando por los que tengo a mi lado, pues sólo entonces maduraré como persona, y desarrollaré tantos talentos y aptitudes que has sembrado en mi corazón.

María Santísima, que has alcanzado lo más alto del Cielo desempeñando, con orgullo y responsabilidad, el oficio de ama de casa, mostrando así a todos los hombres que servir es reinar, y que has criado a Jesús para dárnoslo como Hermano, hazlo crecer entre nosotros como creció en Nazaret, para que lo sintamos cerca y lo amemos cada día más.

San José, Jefe de la casa de Nazaret y Maestro de Jesús, intercede por tus hijos. Amén


ORACIÓN POR LAS COMPAÑERAS


Oh Jesús, mi gran Amigo, que nos mandas amarnos unos a otros como tú nos has amado, haz que en mi clase todas nos queramos de verdad y jamás caigamos en la murmuración, la envidia o el rencor, que endurecen nuestros corazones y nos alejan de Ti.

Que yo sepa apreciar las cualidades de mis compañeras, perdonar sus defectos, interesarme por sus familias, y compartir sus gustos y aficiones. Si nos enfadamos, que hagamos pronto las paces, y en el recreo, que nadie se sienta excluida o sola por mi culpa, sino que todas participemos en los juegos, de modo que lo pasemos bien y seamos cada día mejores amigas.

Tú que me has dado tantas cosas, ayúdame a compartirlas con mis compañeras, para que sean felices, te quieran cada día más, y un día nos reunamos todas, contigo y la Virgen santísima, en el Cielo. Amén.